"Vieja Cuaresmera"
Entre las
tradiciones que se conservan en Puente Genil, hay una que no se conoce fuera de
nuestro ámbito y que es de las más curiosas que se pueden conocer.
Si se visita
alguno de los numerosos cuarteles de las Corporaciones de Semana Santa, se
puede ver en una pared, ocupando un lugar preferente en el salón, una "Vieja
Cuaresmera" hecha de cartón o madera, con una falda larga, delantal,
pañuelo en la cabeza y un cestillo en el brazo del que asoman unos chorizos
o un trozo de bacalao y lo más curioso de todo, con siete piernas asomando
debajo de la faldamenta.
La
historia es la siguiente: En la ermita dedicada hoy a Nuestro Padre Jesús
Nazareno, patrón de Puente Genil, que está situada en la cima de una colina,
lindando con lo que fue el cementerio, convertido hoy en parque, existió un
convento de frailes, que debido a la pobreza que había entonces, vivia en una
situación económica apuradísima, tanto, que llegaron al extremo de pasar hambre.
Los
feligreses poco podían hacer por ellos, porque tambien su economía era muy
precaria. Como las calamidades nunca llegan solas, el pueblo estaba atravesando
por una situación de extrema sequía, los campos se agostaban antes de dar la
cosecha y el hambre hacía su aparición. Como siempre, en las situaciones
apuradas, el hombre más escéptico vuelve sus ojos al cielo, y esta vez no fue
una excepción. Reunida una comisión de ciudadanos, subieron al convento a pedir
a los frailes que hicieran rogativas para que Dios enviase la lluvia y a cambio
de esto, el pueblo ayudaría a los frailes mandándoles cada semana los víveres
necesarios para subsistir. En efecto, los fariles hicieron las rogativas
pidiendo a Dios el agua para que en los campos germinase la semilla.
No se
hizo esperar la respuesta del Todopoderoso. al poco tiempo los cielos se
abrieron y una lluvia generosa empapó los campos haciendo germinar la simiente y
la cosecha de ese año fue muy abundante. Hubo una particularidad, solo llovió en
el área de Puente Genil, en los pueblos colindantes persistió la sequía.
El
pueblo, agradecido a los frailes, acudió cada semana a llevar el alimento
prometido, y en recuerdo de ese gesto, que empezó en Cuaresma, en todos los
cuarteles, se quita una pata a la Vieja Cuaresmera en cada sábado de Cuaresma y
brotán saetas y cánticos alusivos a la Pasión. (Texto de Maruja Alvarez de
Sotomayor).
En la
figura de la "Vieja Cuaresmera" todos sus componentes quieren simbolizar algo
que represente una faceta de la tradicional Cuaresma que los Cristianos
conmemoran desde los tiempos de Jesucristo y que recuerdan los cuarenta días que
éste ayunó en el desierto. Así:
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La
Gravedad y Solemnidad de la figura, con sus cabellos blancos y encorbada
espalda, representa los años transcurridos desde aquellas épocas lejanas (ANTIGUEDAD).
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El
rostro enjuto ya seco, significa la vigilia y el ayuno (PENITENCIA)
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La toca
que recubre su cabeza es el RECATO.
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Las
negras sencillas y largas vestiduras la AUSTERIDAD.
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El
canastillo con verduras y el bacalao significa la ABSTINENCIA de carne y otros
alimentos.
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El largo
Rosario que cuelga de su cintura es la RELIGIOSIDAD.
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Los
siete pies, o patas, son los siete Domingos Cuaresmales a partir de la
quincuagésima semana y que llevan por nombre el evangelio de ese día por orden
cronológico.
En
definitiva, en la figura de la "Vieja Cuaresmera" quedan fielmente representadas
las principales características de la Cuaresma: Antiguedad, penitencia, Recato,
Austeridad, Abstinencia y Religiosidad.
La primera "Vieja
Cuaresmera" que tuvo nuestra corporación data del año 1988 cuando teníamos la
casa cuartel de alquiler en la calle El Sol. Fue realizada en chapón por
quien por aquel entonces era Hermano de El Sudario De Cristo, Luis Morales. Por
lo tanto fue en ese año cuando se entregaron las primeras patas, recordando la
correspondiente al Diablo Mudo que se le entregó al Hermano Pedro Díaz. La "Vieja Cuaresmera" que el cuartel del El Sudario De Cristo tiene hoy en día colgada en
sus paredes fue realizada por el Hermano Manuel J. Serrano. Fue encargo del que
por aquel entonces era el Presidente de la Corporación, el Hermano Gregorio
Campos, al objeto de estrenar una nueva el mismo año que pasábamos la primera
Cuaresma en la nueva Casa Cuartel. Está hecha en madera y es una réplica de
mayor tamaño de la original que en su momento hizo el amigo de nuestra
Corporación y artista Clemente Rivas, y que, como no podía ser de otra manera,
aún ocupa un lugar preferente en nuestro cuartel.
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Nuestra Vieja Cuaresmera
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"LeVantá" de la primera pata 2008
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